Este tipo de forma de pensar puede llegar a convertirse en
un hábito peligroso
Cuando un pensamiento negativo aparece, puede calar muy
hondo en nuestro interior. A veces lo primero que intentamos es eliminar esa
idea con todas nuestras fuerzas y rechazarla totalmente. Este hábito puede ser
contraproducente y acabar empeorando las cosas.
La mejor manera de comenzar a expulsar ideas perjudiciales
de tu cabeza puede ser hablarlo con otras personas. Un problema así puede estar
causado por la necesidad de expresar algunas emociones. Esto te ayuda a darle
forma al pensamiento y ver las cosas desde otra perspectiva.
Una idea negativa no tiene porqué cambiar tu actitud ante
las cosas. No debemos caer en errores como hundirnos pensando que todo lo malo
nos pasa a nosotros o que estamos pasando por una mala recha. Es mejor
centrarse en que tenemos un problema y debemos solucionarlo, eso no nos tiene
porqué fastidiar el resto de tares que realicemos.
Ser una persona creativa siempre ayuda en estos casos. No
sólo hablar de los problemas nos puede ayudar, quizás a veces es necesario
escribirlos o dibujarlos. La creatividad a menudo nos hace sentirnos más libres
y positivos.
Otra de las causas que pueden estar provocando negatividad
en nosotros puede ser el ambiente que nos rodea. Las personas con las que nos
relacionamos o los sitios en los que solemos estar. Para ello es recomendable
cambiar de aires de vez en cuando, dar paseos o conocer gente nueva si nos
sentimos agobiados en un entorno.
Por último, debemos tener muy claro cuales son las cosas
buenas presentes en nuestra vida, si es necesario las enumeraremos. La
cotidianeidad nos hace a veces perder la visión positiva o valorar lo que
tenemos. Para ello, tenemos que centrarnos en lo bueno y aquello que nos haga
sentir bien, no en lo malo que nos rodea.