Síndrome posvacacional

Para la muchos la vuelta al trabajo puede hacerse muy cuesta arriba

Nos encontramos en ese momento del año en el que casi todo el mundo está volviendo de sus vacaciones, reincorporándose al trabajo. en muchas ocasiones, este periodo se convierte en un problema para muchos trabajadores ya que sienten los síntomas de la depresión o un fuerte estrés y no saben como controlarlo.

Normalmente la vuelta a la rutina es peor para aquellos que tienen una mala situación en su lugar de empleo. Ya sea por demasiadas responsabilidades, por mala relación con los compañeros o por falta de motivación. las vacaciones son un periodo genial para desconectar y relajarnos pero siempre debemos tener en mente que son limitadas. 

Desde nuestro blog queremos ofrecer algunos consejos para superar estos momentos. Por ejemplo, un buen método es no cargarse de trabajo los primeros días. Las tareas deben ser graduales y tener en cuenta que nuestro ánimo no está para soportar demasiado estrés. Para conseguir esto, es recomendable dejar todo el trabajo hecho antes de irnos de vacaciones.

Otro consejo es el de mentalizarse días antes de volver. Podemos realizar algunas tareas de ocio en la oficina con compañeros, para aumentar la motivación o si no es posible, realizarlas al salir del trabajo. Añadir una rutina deportiva o mejorar la alimentación siempre son buenas opciones.

Si en nuestro empleo vivimos una situación que no nos gusta, puede que este sea el mejor momento para modificarla e intentar mejorar nuestra vida en el trabajo. A veces, simplemente haciendo pequeños cambios podemos sentirnos más positivos.

Finalmente recordar que este síndrome no suele durar más de una semana. Pronto las altas temperaturas desaparecerán, los niños vuelven a clase y nos sentiremos más adaptados a nuestra vida de otoño-invierno. 

El estrés durante las vacaciones

En ocasiones la época estival puede ser más convulsa de lo que esperabas. No dejes que ocurra.

El estrés es algo que nos puede afectar a todos en algún momento del año. Una patología que sufren en su mayoría personas adultas y sobre todo en ámbitos de trabajo pero en ocasiones no hace falta estar en la oficina para sentirnos al límite.

Las vacaciones de verano deberían caracterizarse por ser una época relajada y de disfrute. Sin embargo muchos padres se encuentran con sus hijos en casa y teniendo que atender al trabajo. Por eso, pueden llegar a sentirse más exigidos por parte de la familia, lo que aumenta la tensión en comparación con los periodos de invierno.

Por otro lado, al creer que tenemos más tiempo libre nos pasamos más rato del deseado con tablets o móviles, lo que al final podría estar incrementando nuestra tensión mental ya que el abuso de estos dispositivos puede no ser positivo.

Desde nuestra clínica recomendamos marcar unos horarios, dedicar un tiempo para cada cosa al día. Si no tienes que ir al trabajo aprovecha para realizar actividades al aire libre, viajes, escapadas en familia o deportes poco habituales, que no suelas practicar en tu día a día.

Si planeas un viaje recuerda que su finalidad es disfrutar de lo que visites y de las actividades que realices, en muchas ocasiones nos centramos demasiado en organizar todo lo relacionado con nuestra salida y al final nos sentimos más tensos y agobiados que si nos hubiésemos quedado en casa.

Para terminar, recuerda la alimentación. No descuides lo que comas sólo porque sea verano ya que a veces los que comas va a influir en tu estado de ánimo o en como te encuentres. El cuerpo puede sentirse mucho peor tras las comilonas.

La premenopausia y sus efectos en las mujeres

En ocasiones los periodos previos a la menopausia pueden alterar hormonalmente a las mujeres

La menopausia es la retirada total de periodo en mujeres que se encuentra entre los 50 y 65 años. Debemos tener en cuenta que antes de que se produzca, comenzará un periodo de cambios en el cuerpo de la mujer y experimenta sensaciones diferentes, lo que se conoce como premenopausia o climaterio.

La premenopausia o climaterio es la época en la que la mujer experimenta sofocos, alteraciones del ánimo, falta de calcio en los huesos, entre otros síntomas. La manera de saber que se ha entrado en esa fase de la vida es cuando las reglas comienzan a ser irregulares. En tal caso, lo mejor que se puede hacer es acudir al médico y que nos guíe en los futuros cambios hormonales que va a sufrir el cuerpo.

Los cambios en la mujer se producen por la falta de dos hormonas principalmente, los estrógenos y la progesterona. Una de las primeras consecuencias a la falta de ellas puede ser la pérdida de deseo sexual. Incluso, pueden perder el gusto por otras cosas que antes sí disfrutaban. Una de las primeras causas de esa falta de lívido está relacionada con la pérdida física de lubricación, consecuencia que puede desembocar en relaciones sexuales incómodas o dolorosas.

La falta de hormonas conlleva también las alteraciones del ánimo. En un primer momento la mujer se puede sentir que no es ella misma por como actúa. Una solución a este problema pueden ser los complementos vitamínicos. Aunque se debe evitar las caídas en depresiones o enfermedades más graves, ante  esos primeros síntomas lo mejor es acudir a un especialista que pueda ayudarnos.

Para evitar que estos síntomas se agraven lo mejor es mantener una alimentación equilibrada, practicar un ejercicio constante, ayudarte con las vitaminas e incluso tomar el sol más a menudo para combatir la falta de calcio.

Ante todo recordar que estos cambios son previos a la menopausia, una vez establecida la ausencia de menstruación se volverá a un estado normal.

Cómo combatir el insomnio en verano

El calor y las alteraciones del sueño en vacaciones pueden llevarnos a sufrir insomnio en las noches de verano

No poder dormir por el calor es uno de los principales motivos que más molesta a la gente que vive en ciudades muy calurosas. El insomnio se hace más común en los meses estivales ya que solemos trasnochar, dormir largas siestas o simplemente dormir poco, con lo cual estamos alterando el ritmo de sueño que llevábamos durante el verano.

Sin embargo, existen diversos remedios que podemos poner en práctica a la hora de intentar dormir. Por ejemplo, la habitación debe estar refrescada antes de acostarnos. Podemos para ellos usar un aire acondicionado con un ventilador. En el caso del aire acondicionado no debería estar a menos de 26-25 grados ya que la temperatura del cuerpo disminuye cuando empezamos a quedarnos dormidos y podríamos sentir frío.

Por otro lado, el ventilador es un gran aliado para dormir aunque en ocasiones no refresca demasiado. En ese caso, podemos poner un barreño con agua y hielos delante para que la brisa sea más fresca.

Otra de las opciones es darnos una ducha tibia antes de ir a la cama. Es una buena opción tanto en verano como en invierno ya que el cuerpo se relaja y en verano pueden refrescarse y en invierno entrar en calor con el agua caliente.

Si no tienes opción a ducharte o quizás lo haces pero no es suficiente puedes usar un pulverizador con agua, no sólo para humedecerte los pies y las piernas, si no el mismo colchón con las sábanas. No conviene que estén totalmente empapados, sería contraproducente, pero un ligero toque de humedad puede ser de mucha ayuda.

Abandonar el teléfono móvil rato antes de irnos a la cama no es mala opción. La luz de las pantallas nos espabila y no ayuda a que la mente se relaje para dormir. Igualmente, debemos dejar a un lado los pensamientos negativos, como por ejemplo pensar en el trabajo o algún conflicto familiar ya que esto puede generar ansiedad o tensión y eliminará cualquier atisbo de sueño.

Por último, si esto comienza a ser un problema grave, puedes consultar con nosotros las ayudas al sueño que posibilita la acupuntura. Este método basado en introducir agujas del diámetro del cabello en la piel con la finalidad de estimular cierto tejido celular para cambiar el concepto del dolor o la capacidad para dormir del cuerpo. Podemos ayudarte a conciliar el sueño de manera natural.