Todos hemos escuchado la palabra
autoestima en numerosas ocasiones pero ¿Qué es realmente la autoestima?
La autoestima se define como un conjunto de percepciones pensamientos y tendencias de
comportamiento dirigidas hacia nosotros mismos, hacia nuestra manera de ser y
de comportarnos, y hacia los rasgos de nuestro cuerpo y nuestro carácter. Esta
imagen que tenemos de nosotros mismos es un factor determinante en la vida de
todo ser humano, pues influye en la manera que tenemos de relacionarnos con los demás y de comportarnos
en sociedad. Las personas que tienen autoestima alta suele ser sociables y confiadas,
mientras que aquellas con baja autoestima son generalmente personas tímidas y
buscan en los demás una valoración que no son capaces de darse a sí mismas, temiendo
constantemente ser rechazadas.
Algunos de los síntomas que presentan las
personas con baja autoestima son:
- Falta de ambición y de metas, al no
verse capaz de superar obstáculos difíciles.
- Miedo a los cambios como la aceptación
o la búsqueda de un nuevo empleo, dejar una relación sentimental en la que no
se está bien...
- Actitud negativa frente a la vida. El
individuo ve su alrededor como un entorno hostil.
- Búsqueda constante de opiniones. Las
personas con baja autoestima buscan frecuentemente las opiniones de los demás
mostrando una falta de confianza en la toma de decisiones personales.
- Necesidad de contar con alguien que se
considera más fuerte para afrontar las dificultades, lo que aumenta
el riesgo de dependencia de tales personas.
- Descuido de la apariencia física o, en
el polo apuesto, preocupación excesiva por ésta para tratar de ocultar la
inseguridad.
- Estilo de vida poco saludable, lo que implica
no tener como una dieta sana ni practicar ejercicio físico de manera regular.
- Timidez y miedo constante a hacer el
ridículo.
- Miedo al fracaso, al futuro y a
numerosas situaciones en las que la persona se siente en peligro.
Pero, ¿Qué podemos hacer
para mejorar nuestra autoestima y poner fin a estos pensamientos negativos?
Para empezar hay que ser conscientes de
que tenemos un problema. Una vez detectado el problema pueden seguirse algunos
pasos como rechazar las críticas destructivas de los demás, ya que no nos
ayudan a crecer y solo consigue que nuestra autoestima empeore; considerar los
errores como oportunidades de aprendizaje; probar cosas nuevas; fijarnos metas
y diseñar un plan para conseguirlas; colaborar en labores sociales; hacer ejercicio;
y disfruta de nuestro tiempo libre junto a personas que nos importan y haciendo
cosas que realmentenos gustan.
En muchos casos será necesaria la ayuda
de un terapeuta que actuará a modo de guía, ayudando a la persona a quererse a
sí misma y a darse cuenta de lo que la hace única y especial.